El tren


          Se levantó con el seño fruncido. Desayunó poco. Bajó del tren mordida por los pasajeros. Caminó por la estación Retiro, se cruzó con un nene que comía caramelos de pegamento. Entró en la oficina. Leyó los diarios y unas gotas de sangre le cayeron sobre el zapato. Una compañera interrumpió la rueda de chismes para preguntar por la reunión de la tarde. Vomitó en el baño. Salió del trabajo con el frío, era tanto, que observó muchas frazadas en la calle y muchas fogatas improvisadas con cartones. Volvió a Retiro. Decidió seguir el camino metálico del tren.
      Por Argentina se cuenta la historia de una mujer que aparece, cada tanto, caminando por las vías.





-Microrelato publicado en el blog ADN Creadores-


Fotografía: Pedro Luis Raota