Luna fértil

Sopló el barro y lo convirtió en una paloma. Magdalena lo miró con ojos profundos. Jesús tomó más barro y forjó otro animal. Sopló. Un grillo saltarín y cantor. Él levantó el velo violeta, para que la cascada roja de pelo le cubriera sólo los pechos. Se quitó la túnica blanca. Con su cabello oscuro lavó sus pies con perfume de Nardo. Bajo una Luna fértil. Y fueron ellos. Hermana y hermano. María Magdalena y Jesús. Mujer y Hombre. Unidos.
Macho y hembra, como Dios nos creó. 





Juan, el amador

Juan dijo: "El Salvador ha hablado. Es Santa su carne femenina. La ha tomado
por hermana, su esposa aquí en la Tierra y allá en la Morada del Señor. Quien
contra ella agrande su puño: grande será la ira del Consolador. Bendita Eres, María
Magdalena, entre Todas las Mujeres. Él te ha elegido a ti. Bendita tú eres."