Argentina,
Jujuy, Valle Grande. Donde los chicos juegan en una cascada. Un cóndor saluda
al mediodía, otro por la tarde. Alrededor ya no es selva. Un solo teléfono, sus
pobladores esperan. Por la noche se preparan: víspera de Carnaval. Un club
pequeño, grande en sus mujeres. Collar de queso sobre algunos hombres, los
compadres. Y bailar como si el mundo no existiera, o mejor dicho, bailar porque
el mundo existe.